Ensaladilla rusa

Para estos calurosos días de verano, no hay nada mejor que una ensaladilla rusa refrescante. Esta receta no solo es fácil y rápida de preparar, sino que también es perfecta para tener lista con antelación y disfrutarla en cualquier momento. Además, os presento una opción segura para llevar a la playa: la lactonesa, una mayonesa sin huevo que nos asegura evitar riesgos de infecciones alimentarias.

1. Preparar los ingredientes:
   • Cocer las patatas, zanahorias y huevos en una cazuela grande durante unos 8 minutos. Retirar los huevos y dejarlos enfriar en agua fría. Continuar cociendo las patatas y zanahorias hasta que estén tiernas. Dejar enfriar.
   • Picar las patatas, zanahorias y huevos cocidos en cubos pequeños.
   • Escurrir el bonito del Norte y desmenuzarlo ligeramente.
   • Picar finamente la cebolla, pepinillos y aceitunas negras.
2. Mezclar los ingredientes:
   • En un bol grande, combinar las patatas, zanahorias, huevos cocidos, guisantes, bonito, cebolla, pepinillos, aceitunas y espárragos. Mezclar bien todos los ingredientes.
3. Preparar la lactonesa:
   • En un vaso de batidora, verter medio vaso de leche entera. Añadir aceite de girasol poco a poco mientras se bate a baja velocidad hasta que la mezcla emulsione y adquiera una textura cremosa. Agregar sal, unas gotas de limón y vinagre al gusto.
4. Agregar la mayonesa:
   • Añadir la mayonesa o lactonesa a la mezcla de la ensaladilla y remover bien hasta que todos los ingredientes estén bien cubiertos. Ajustar de sal al gusto.
5. Enfriar y servir:
   • Refrigerar la ensaladilla durante al menos una hora antes de servir para que los sabores se integren bien. Servir en una bandeja y adornar con ingredientes adicionales al gusto, como rodajas de huevo, aceitunas o espárragos.

Historia y Origen de la Ensaladilla Rusa

La ensaladilla rusa, también conocida como ensaladilla Olivier, tiene su origen en Rusia en el siglo XIX. Fue creada por el chef belga Lucien Olivier, quien trabajaba en el famoso restaurante Hermitage en Moscú. Su receta original incluía ingredientes lujosos como caviar, faisán y langosta. Con el tiempo, la receta ha sido adaptada y simplificada, convirtiéndose en un plato popular en muchos países, especialmente en España, donde es un clásico de la gastronomía veraniega. Hoy en día, la ensaladilla rusa se disfruta con una variedad de ingredientes más accesibles, manteniendo su esencia refrescante y versátil.